sábado, 2 de febrero de 2013

Perdiendome en Liébana (II).



La noche había estado parcialmente estrellada, pero la previsión de nevadas parecía que se iba a cumplir y al alba en el valle caía un suave aguanieve. En Espinama, el paisaje débilmente nevado me hizo detener el coche y colocar la cámara sobre el trípode con el tele montado, a la espera de algún claro entre las nubes bajas o un "enganchón" de las nubes en el hayedo. A decir verdad, me sentía extraño, solo en medio del pueblo cubierto por el paraguas y toda la "artillería" mientras pasaba algún grupo de jóvenes que se recogían de la fiesta del orujo ...


Una ventana a la luz
Canon 40D, Canon 70-300 a 105 mm, nivel y trípode.
1/125s, f/7.1, ISO100, 8500 K, RAW revelado en DPP.

En Fuente Dé ya nevaba y las praderas cercanas estaban cubiertas de nieve, el bosque con sus galas otoñales cubierto de un suave manto de nieve y las cumbres envueltas en espesa niebla.


Primeras nieves
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, degradado neutro, nivel y trípode.
1/10s, f/7.1, ISO100, RAW revelado en DPP.

De vuelta al valle, tenía en mente algunas fotos de un roble que sobresalía del hayedo circundante, que realmente me impresionó en el viaje anterior pero al que no había podido fotografiar. Para mi sorpresa, no era único y en algunas centenas de metros pude disfrutar de varios de estos ejemplares imponentes, verdaderos reyes del bosque ...


Destacando sobre el hayedo
Canon 40D, Canon 70-300 a 120 mm, nivel y trípode.
1/25s, f/8, comp. expo +2/3, ISO200, 7000 K, RAW revelado en DPP.

... y muy elegantes en sus formas ...


El elegante paso del tiempo
Canon 40D, Canon 70-300 a 80 mm, nivel y trípode.
1/6s, f/7.1, comp. expo +1/3, ISO100, 7000 K, RAW revelado en DPP.

El elegante paso del tiempo (detalle)
Canon 40D, Canon 70-300 a 135 mm, nivel y trípode.
1/15s, f/7.1, comp. expo +2/3, ISO100, 7000 K, RAW revelado en DPP.

... en otros, lo tupido de su entorno, que rivalizaba en estética con el mejor hayedo.


La espesura del robledal
Canon 40D, Canon 70-300 a 200 mm, nivel y trípode.
1/8s, f/7.1, comp. expo +1/3, ISO100, 7000 K, RAW revelado en DPP.

Decidí entonces dirigir mis pasos hacia un hayedo cercano en que esperaba conseguir algunas fotos en un riachuelo que bajaba de la montaña. El lugar tenía gran encanto y pasé largo rato disfrutando de los detalles del mismo, tanto que en determinado momento pegué un grito de alegría ... y por poco mato del susto a un muchacho que cerca de mí andaba recogiendo castañas y de cuya presencia no me había apercibido. Solo unos minutos después de despedirse de mí, un resbalón hizo que terminara con mis huesos en la fresca corriente, pasando buena parte del resto del día empapado ... pero dicen que sarna con gusto, no pica.

No disponía de mucho tiempo, por lo que cuando el camino se separó del riachuelo, decidí mantenerme allí y buscar elementos de interés que fotografiar. Podría decirse que observando la secuencia de imágenes, las fui tomando por el método de aproximaciones sucesivas, como en matemáticas, siendo la última de la serie la que más me gusta.

Rincones
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11 mm, filtro neutro 3 pasos, nivel y trípode.
2.5s, f/8, ISO200, RAW revelado en DPP.

Armonía 1
Canon 40D, Tamron 17-50 a 22 mm, filtro neutro 3 pasos, nivel y trípode.
3.2s, f/8, ISO100, RAW revelado en DPP.

Armonía 2
Canon 40D, Tamron 17-50 a 41 mm, filtro neutro 3 pasos, nivel y trípode.
3.2s, f/8, ISO100, RAW revelado en DPP.

Dificil equilibrio
Canon 40D, Canon 70-300 a 105 mm, filtro neutro 3 pasos, nivel y trípode.
4s, f/7.1, ISO100, RAW revelado en DPP.

A regañadientes salí del curso del riachuelo y comencé a recoger, pero me faltaba alguna foto del hayedo, bastante salvaje comparado a lo que estamos acostumbrados a ver en buena parte de las páginas de fotografía de nuestro entorno, tan ordenaditos y limpios, perfectos para jugar con las composiciones más académicas. Este, sin embargo, era muy salvaje, desafiando al fotógrafo a poner algo de orden en el caos.


Buscando el orden
Canon 40D, Tamron 17-50 a 21 mm, nivel y trípode.
1s, f/7.1, ISO100, RAW revelado en DPP.

Después de esto y con la mente puesta en un atardecer en la vertiente leonesa, me llevaron a hacer un rápido descenso hasta el coche y bastantes kilómetros mirando el retrovisor, viendo lo que me estaba perdiendo: el macizo oriental de Picos recién nevado, completamente iluminado por el Sol bajo. Llegaba tarde, por lo que borré de mi mente la tentación de parar, haciendoseme la boca agua por el espectaculo que esperaba ver en Valdeón ... pero me llevé un chasco, pues fue cruzar Pandetrabe y me encontré una fuerte nevada, la carretera cubierta de nieve y anocheciendo, por lo que con los dedos cruzados salí pitando del valle y no paré hasta Riaño ...