martes, 25 de octubre de 2011

Rincones secretos de Castilla La Mancha

En ocasiones, una pizca de información acerca de un lugar, por pequeña que sea, excita mi curiosidad por visitarlo y fotografiarlo. En este caso se trató de una fotografía perdida en la selva de imágenes en que se ha convertido internet.

Con frecuencia, aprovecho las excursiones de fin de semana que hago con la familia y les “torturo” con mis búsquedas de nuevas localizaciones fotográficas. En esta ocasión, se trataba de un lugar situado a un par de horas de Madrid, en una zona agreste y bastante olvidada de la comunidad de Castilla La Mancha.

Esa mañana madrugamos bastante, pues además del largo viaje, nos esperaba una larga y previsiblemente compleja excursión … máxime con tres polluelos como los míos. Durante el viaje, tuvimos ocasión de encontrar algunas bonitas estampas, en los campos recién segados y arados.


Campos de Castilla.
Canon 40D, Tamron 17-50 a 17mm, polarizador y trípode.
1/80s, f/14, comp exp +1/3, ISO200, RAW revelado en DPP.

Iniciamos la larga aproximación en un pueblo cercano, no exenta de incidentes, con caídas por el irregular recorrido, golpes y arañazos debidos a la cerrada vegetación y las picaduras de avispas que sufrió el más pequeño, Arturo, al meter inadvertidamente la mano en un avispero en una fuerte pendiente.

Al fin llegamos al lugar en cuestión y a decir verdad, aquella foto que había visto años atrás, no le hacía justicia. No obstante, en ese momento, fotografiarlo no era mi prioridad, pues aún debía encontrar la senda que nos permitiría hacer la ruta circular prevista y pronto se pondría el sol tras las cumbres que nos rodeaban. Cerca de una hora de infructuosa búsqueda hicieron que decidiera volver sobre nuestros pasos … que se manifestaría posteriormente como lo más adecuado, pues casi era de noche cuando llegamos al coche, dos horas y media después.

No obstante, aún encontré unos minutos para hacer unas tomas de localización, si bien previendo que sería una dura excursión - aún con cinco años el peque reclama singularmente su ración de “aupa”- había dejado en el coche el trípode, el nuevo y pesado angular y los filtros Lee.

Esta es una pequeña muestra de lo fotografié.

Canon 40D, Tamron 17-50 a 17mm, polarizador y filtro degradado neutro COKIN de dos pasos.
1/80s, f/5.6, comp exp -1/3, ISO200, RAW revelado en DPP.

Canon 40D, Tamron 17-50 a 17mm, polarizador y filtro degradado neutro COKIN de dos pasos.
1/25s, f/5.6, comp exp -1/3, ISO400, RAW revelado en DPP.

A la vuelta, aún tuvimos tiempo de pararnos a afotar una luna llena sobre los campos recién segados.


Canon 40D, Tamron 17-50 a 20mm, polarizador, filtro degradado neutro COKIN de dos pasos y trípode.
 15s, f/14, ISO100, RAW revelado en DPP.

Solo unos días después, lo organice para poder fotografiar el lugar al amanecer y volver a casa a mediodía. El despertador sonó a las 04:00 de la mañana y a las 06:30 estaba poniéndome las botas para comenzar a caminar (solo … no encontré voluntarios para la sesión sadomasoquista). Una hora de rápida aproximación y ya me encontraba desplegando el trípode frente al objeto de mi deseo, en un día completamente despejado, bastante frio (helando mientras en Madrid el tiempo era veraniego) y con la luna casi llena.

En las primeras imágenes buscaba un encuadre parecido al apaisado de las tomas de localización, con la luna llena en la zona de cielo que adquiere tonos rosados en el lado opuesto al de salida del Sol. Lamentablemente, en zonas agrestes es difícil hacer previsiones de por donde andara la luna y el sol en un determinado momento, incluso ayudándonos del The Photographer Ephemerides (TPE), pues la orientación y desnivel es determinante. Además, en este caso tuve uno de esos amaneceres en que las luces son más bien neutras, sin matices … lástima.


Canon 40D, Tokina 11-16 a 16mm, polarizador, filtros degradados neutros Lee y trípode.
6s, f/9, ISO100, RAW revelado en DPP.

Canon 40D, Tokina 11-16 a 12mm, polarizador, filtro degradado neutro Cokin 2 pasos y trípode.
1s, f/9, ISO400, RAW revelado en DPP.

Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador, filtro degradado neutro Cokin 2 pasos y trípode.
0.5s, f/7.1, ISO200, RAW revelado en DPP.

Después me fue moviendo en torno a la poza principal, buscando nuevos encuadres, enmarcados por la exuberante vegetación del lugar y el reflejo en las negras aguas de las primeras luces sobre las zonas superiores del cañón.


Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador y trípode.
0.8s, f/9, ISO200, RAW revelado en DPP.


Canon 40D, Tokina 11-16 a 15mm, polarizador y trípode.
1.3s, f/8, ISO100, RAW revelado en DPP.

 Y algunas, en que se pusieran de manifiesto sus dimensiones.


Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador, filtro degradado neutro COKIN 2 pasos y trípode.
1/8s, f/6.3, ISO100, RAW revelado en DPP.


Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador, filtro degradado neutro COKIN 2 pasos y trípode.
0.5, f/8, ISO100, RAW revelado en DPP.

Ya de vuelta, me detuve a fotografiar unas zonas labradas en el curso del rio, en una roca singular, yo diría que volcánica.

Lagrimas en la piedra.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 16mm, polarizador y trípode.
0.8s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

La proa.

Canon 40D, Tokina 11-16 a 16mm, polarizador y trípode.
0.5s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Canon 40D, Tokina 11-16 a 16mm, polarizador y trípode.
0.4s, f/11, ISO100, RAW revelado en DPP.

Espero que sepáis disculpar que en esta ocasión no detalle la localización del lugar, pero además de atender los deseos de los lugareños y guardas forestales del lugar, que intentan evitar su masificación, también he sido consciente de lo prístino y delicado del lugar y su entorno.

Saludos … y hasta pronto

domingo, 9 de octubre de 2011

Primavera en el estío ...

Hace bastantes años, buscando lugares donde hacer mas llevaderos los veranos a nuestros cachorros, por entonces bebes, comenzamos a frecuentar la costa asturiana. Con el tiempo, los cachorros han crecido y reclaman cada día su ración de playa ... pero afortunadamente nosotros contamos con un arma secreta: la variable meteorología asturiana. Así pues, siempre salimos de casa con un plan B que nos permita aprovechar el día fuera de las playas, lo que sucedió varios días del pasado verano.

Nos habían hablado de unas bonitas cascadas en las cercanías del pueblo de Oneta, en el concejo de Villayón y allí decidimos encaminar nuestros pasos en un día en que no dejaba de orbayar. El paraje está declarado Monumento Natural por el Principado de Asturias y consta de tres cascadas principales (La Firbia, La Ulloa y La Maseirúa) y numerosas cascadas menores y pozas, así como algunos antiguos molinos. En las zonas superiores, el sendero que nos permite visitarlas está constituido por el viejo canal que alimentaba los referidos molinos.

Como suele sucederme con mas frecuencia de la deseable, en esta primera visita no bajé el trípode y pronto me dí cuenta de mi error, lo que hizo que perdiera un tiempo precioso regresando hasta al coche a por él y vuelta. Al llegar, la expresión de mi mujer e hijos no era precisamente amigable, empapados como estaban, así que solo me dió tiempo de tomar algunas tomas de localización y un par de ellas más "sosegadas", mientras Lucas sujetaba el paraguas sobre mi ... :-).

Esta es una de ellas:

Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador parcial y trípode.
1/20s, f/13, ISO200, RAW revelado en DPP.

Un par de días después, aprovechando un madrugón para fotografiar el amanecer en la costa y el "pase" hasta media mañana que me habían concedido, debido al mal pronóstico meteorológico, me encaminé de nuevo a Oneta decidido a conocer el paraje mas detalladamente y fotografiarlo mas porminorizadamente.

La primera cascada que me encontré fué La Firbia, una imponente cascada de cerca de 20 metros.


La Firbia, Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 12mm, polarizador, filtro degradano neutro y trípode.
 0.6s, f/11, ISO800, RAW revelado en DPP.

Aguas abajo, el cauce del río se encuentra salpicado de pequeños saltos y pozas en donde encontrar el punto de vista mas adecuado no siempre resulta sencillo ... ¡¡ lo que hubiera dado por llevar a mano el bañador mientras me encontraba en la poza con los pantalones cortos remangados hasta las ingles y los visitantes me veían y sonreían ... !!


Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 15mm, polarizador y trípode.
1.3s, f/10, ISO200, RAW revelado en DPP.

Unos metros mas abajo y después de algún resbalón del que salí desollado, alcancé la parte superior de la segunda cascada, La Ulloa, algo menor que la anterior. Buscando transmitir el vértigo que causaba el lugar, coloqué el trípode en el mismo borde, cuidando que no deslizara ... Un lugar en el que eché de menos un pelín más de angular.


La Ulloa, Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador y trípode.
0.4s, f/10, ISO200, RAW revelado en DPP.

Más abajo y después de pasar junto a un molino harinero, alcancé la base de la cascada anterior.


La Ulloa, Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 11mm, polarizador y trípode.
0.8s, f/9, ISO200, RAW revelado en DPP.

Donde también tomé algunos detalles del entorno mas cercano del salto de agua.


La Ulloa, Cascadas del rio Oneta, Concejo de Villayón, Principado de Asturias.
Canon 40D, Tokina 11-16 a 15mm, polarizador y trípode.
 1.6s, f/10, ISO200, RAW revelado en DPP.

La Maseirúa, la tercera y última cascada, debía quedar mas abajo, pero la ausencia de sendero, la intrincada vegetación y lo tardío de la hora, hicieron que volviera sobre mis pasos ... sin dejar de pensar cuando podría volver a visitarlo ... ¿quizá este otoño? ... quien sabe ...